En la mayoría de los hogares, la nevera es el lugar designado para almacenar alimentos perecederos y mantenerlos frescos por más tiempo, pero hay una excepción a esta regla común, los huevos.
A pesar de la creencia generalizada de que los huevos deben guardarse en la nevera, hay argumentos convincentes que sugieren lo contrario.
1. La porosidad de la cáscara
La cáscara de un huevo es porosa, lo que significa que permite el intercambio de aire a través de ella, almacenar los huevos en la nevera puede exponerlos a olores y sabores no deseados de otros alimentos, ya que absorben fácilmente estos elementos a través de su cáscara.
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