1 – DEMASIADO LEJÍA
La lejía hace que la ropa sea menos duradera. Primero debes seguir este consejo de tu abuela: pon a hervir la ropa en una cacerola grande con unas gotas de limón.
2 – VERTER DEMASIADA ROPA
Si utiliza demasiado detergente, la ropa no se enjuagará bien y corre el riesgo de dañarse y mancharse. El detergente puede quedarse atascado en la máquina y la junta se pudrirá.
3 – CARGUE LA MÁQUINA AL MÁXIMO
Es mejor usar menos, el agua y el detergente podrán hacer su trabajo de lavado y enjuague, la ropa quedará lavada correctamente.
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