El horno es posiblemente uno de los electrodomésticos más difíciles de limpiar.
De hecho, los restos de salpicaduras y de alimentos se acumulan después de cada cocción y obstruyen sus paredes.
Con el tiempo, el horno acumula una cantidad importante de suciedad y manchas de grasa. Por falta de tiempo o de voluntad, su limpieza a menudo se pospone o incluso se descuida.
Como consecuencia, los restos de comida se quedan pegados en las paredes interiores del horno y resulta muy difícil retirarlos. Y como ocurre con todos los electrodomésticos, si el mantenimiento no se realiza correctamente, el rendimiento no puede ser óptimo.
¿Cómo limpiar el horno?
Si quieres seguir preparando platos asados sin tener que pasar horas limpiando el horno, el secreto está en aplicar el siguiente truco.
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