Esta solución casera cuenta con un poder de limpieza impresionante, capaz de eliminar las manchas de grasa rebeldes en platos y utensilios de cocina. La combinación de bicarbonato y vinagre desengrasa eficazmente, mientras que la cáscara de naranja aporta un aroma refrescante, lo que mejora la experiencia de limpieza general.
Al reutilizar las cáscaras de naranja y mejorarlas con aditivos simples como la sal, los hogares no sólo pueden reducir el desperdicio sino también contribuir a ahorros significativos. Adoptar prácticas tan ingeniosas no sólo beneficia el bolsillo sino que también promueve la conciencia ambiental, convirtiendo las tareas cotidianas en oportunidades para la sostenibilidad.
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