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Cómo cultivar una cantidad infinita de jengibre en casa.

Remojar la raíz: Dale a la raíz de jengibre un baño de agua tibia durante la noche. Este paso ayuda a eliminar cualquier inhibidor residual y activa los cogollos inactivos.
Ahora que tu raíz de jengibre está lista para brotar, es hora de plantarla en la maceta elegida. He aquí cómo:
Llene la maceta con tierra orgánica rica en nutrientes, dejando unos centímetros en la parte superior.
Coloca la raíz de jengibre horizontalmente en el suelo, con los ojos hacia arriba.
Cubra ligeramente la raíz de jengibre con una o dos pulgadas de tierra, asegurándose de que los ojos no queden enterrados demasiado profundamente.
Riega bien tu planta de jengibre, asegurándote de que la tierra esté húmeda pero no empapada.
Cuidar tu planta de jengibre es fundamental para su crecimiento y bienestar. A continuación se ofrecen algunos consejos:

Temperatura: Al jengibre le gusta un ambiente cálido y húmedo, así que trate de mantener un rango de temperatura constante de 65 a 85 °F (18 a 29 °C).

Luz solar: Proporcione a su planta de jengibre luz solar indirecta o filtrada durante aproximadamente 6 a 8 horas al día.

Riego: Mantenga la tierra constantemente húmeda regando su planta cada vez que la pulgada superior se sienta seca. Evite regar en exceso, ya que las raíces de jengibre pueden pudrirse en condiciones de anegamiento.

Fertilización: Alimente su planta de jengibre con un fertilizante orgánico equilibrado cada dos o tres meses para promover un crecimiento saludable.

Paciencia: El jengibre es una planta de crecimiento lento, así que tenga paciencia y bríndele los cuidados y el tiempo adecuados para que prospere.

Por lo general, el jengibre tarda entre 8 y 10 meses en alcanzar la madurez. Así es como puedes cosechar tu jengibre de cosecha propia:

Afloje suavemente la tierra alrededor de la base de la planta.
Con un tenedor de jardín o con las manos, levante con cuidado la planta de jengibre del suelo, teniendo cuidado de no dañar las raíces.
Seleccione los rizomas maduros (tallos subterráneos) cortando lo que necesita y vuelva a plantar el jengibre restante para un crecimiento futuro.
Ahora que ha cultivado con éxito su propio jengibre, las posibilidades son infinitas. Ya sea que lo use para cocinar, preparar té o hacer remedios caseros, puede saborear el sabor, el aroma y los beneficios para la salud del jengibre de cosecha propia. ¡Sea creativo, experimente con nuevas recetas y comparta la abundancia con familiares y amigos!

Entonces, ¿por qué esperar? Comience su aventura en el cultivo de jengibre hoy y disfrute de la alegría de tener un suministro fresco de esta notable especia al alcance de su mano. ¡Feliz crecimiento!

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