Limpia el horno: Al día siguiente, retira toda la pasta de bicarbonato de sodio con paños húmedos.
Use vinagre para la limpieza final: rocíe vinagre por todo el horno, concentrándose en las áreas que aún se ven sucias. El vinagre reaccionará con el bicarbonato de sodio restante, creando una acción espumosa que ayuda a eliminar la suciedad.
Enjuague y seque: Limpie todo el horno con un paño húmedo para eliminar cualquier residuo de vinagre y bicarbonato de sodio.
Calentamiento final: como paso final, encienda el horno a temperatura baja durante un breve período. Esto ayudará a “quemar” cualquier residuo restante y dejará el horno como nuevo.
Usando este método de limpieza simple y ecológico, puede lograr un horno reluciente sin el uso de productos químicos agresivos.
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