Su valor añadido en la cocina reside también en que se pueden preparar de muchas maneras diferentes, además de ser la base de multitud de postres y flanes. Por ejemplo, podemos preparar unos magníficos huevos pasados por agua, para disfrutarlos con una cucharilla y quizás una pizca de sal y pimienta; o bien podríamos prepararlos en una sartén. También son fantásticos los huevos revueltos, aptos para un desayuno energético y los huevos escalfados están súper ricos. En la sartén tienen un toque extra con algunas especias que potencian su fuerte sabor. Dicho esto, los huevos duros están sin duda entre los más populares: veamos un truco para prepararlos.
Huevos duros: aquí te contamos el truco para cocinarlos
El principal problema a la hora de preparar huevos duros es que muchas veces no se cocinan como se espera. Por ejemplo, si el huevo se cocina demasiado poco, la yema quedará casi líquida, mientras que por otro lado, la yema puede quedar demasiado seca. Uno de los problemas más habituales, sin embargo, es que la clara del huevo puede desprenderse de la cáscara durante la cocción, debido a las grietas que se crean. Para evitar que esto ocurra, es recomendable, en primer lugar, elegir una sartén grande, para garantizar que los diferentes huevos no choquen entre sí.
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