En verano, las puertas abiertas no permiten que la casa esté siempre perfumada porque la circulación del aire también trae consigo el buen olor “conservado” en la casa.
Esto sucede especialmente con los suelos, que tienden a perder su olor inmediatamente después de lavarlos.
Pero no con nuestros trucos! Hoy, de hecho, vamos a ver cómo tener suelos que huelan a fresco en verano con estos trucos!
Bicarbonato y jabón de Marsella
El primer remedio que te proponemos probar consiste en combinar bicarbonato de sodio con jabón de Marsella, que poseen propiedades limpiadoras muy delicadas que lo hacen perfecto para cualquier tipo de material sin riesgo de dañarlo. Lo único que tienes que hacer, por tanto, es añadir una cucharada de bicarbonato de sodio en un cubo que contenga unos 2 litros de agua, después verter una cucharada de jabón de Marsella líquido y mezclarlo todo.
Luego, moja un trapo en la mezcla así obtenida, escúrrelo bien y pásalo por la superficie de tu piso frotando enérgicamente para quitar toda la suciedad. ¡También te sugerimos que lo pases por el piso varias veces para fijar el buen aroma!
Vinagre
Además del bicarbonato y el jabón de Marsella, el vinagre también es muy eficaz, ya que es capaz de desengrasar, ¡pero también de pulir! De hecho, te recordamos que se utiliza para hacer brillar el acero de la cocina.
Para ello, tendrás que verter un vaso de vinagre en un cubo de agua y añadir 10 gotas de aceite esencial del aroma que prefieras. Te sugerimos fragancias como las cítricas para aportar un aroma fresco a tu hogar. Una vez que hayas obtenido la mezcla, moja un paño en ella, escúrrelo bien y pásalo por el suelo: ¡y ya puedes disfrutar del aroma!
Nota: Recuerde no utilizar nunca vinagre en suelos de mármol o piedra natural, ya que podría opacarlos o corroerlos.
Mezcla aromática
Si quieres una mezcla aún más fragante, te sugerimos combinar más ingredientes para obtener una especie de detergente para pisos casero súper perfumado.
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