Mezcla de ingredientes: En un bowl grande, mezcla el puré de papas con las cebollas caramelizadas, las cebollas de verdeo picadas, el huevo, la harina de trigo, ajo en polvo al gusto, perejil picado al gusto, pimienta negra y pimienta blanca al gusto. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien integrados.
Formación de las croquetas: Con las manos limpias y ligeramente húmedas, toma porciones de la mezcla y forma pequeñas croquetas del tamaño de una pelota de ping pong. Aplánalas ligeramente para que se cocinen de manera uniforme.
Freír las croquetas: En una sartén grande, calienta suficiente aceite de girasol a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente (aproximadamente 180°C), fríe las croquetas en tandas, evitando amontonarlas. Cocina cada lado hasta que estén doradas y crujientes (aproximadamente 3-4 minutos por lado).
Escurrir el exceso de aceite: Una vez fritas, retira las croquetas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Te sugerimos: Croquetas de arroz y calabacín
Consejos adicionales
Opciones de salsas: Estas croquetas son perfectas para acompañar con diversas salsas como mayonesa de ajo, salsa tártara o una salsa de yogur con hierbas.
Variación de sabores: Puedes agregar otros ingredientes como queso rallado o trocitos de jamón a la mezcla para darles un toque diferente.
Horneado alternativo: Si prefieres una opción más ligera, puedes hornear las croquetas en lugar de freírlas. Precalienta el horno a 200°C, coloca las croquetas en una bandeja forrada con papel de hornear y cocina durante 20-25 minutos, volteándolas a la mitad del tiempo para que se doren de manera uniforme.
Las croquetas de papa y cebolla son una delicia que seguramente encantará a toda la familia. Con un proceso sencillo y ingredientes accesibles, podrás preparar un plato versátil y lleno de sabor.
¡Anímate a probar esta receta y disfruta de estas croquetas crujientes y sabrosas!
ADVERTISEMENT
