1 tomate maduro
1 cucharada de maicena
Un puñado de hojas de perejil fresco
Instrucciones:
Prepara el tomate: corta el tomate por la mitad y quítale las semillas. Para esta mascarilla solo necesitas la pulpa.
Licuar los ingredientes: En una licuadora, combinar la pulpa de tomate, la maicena y las hojas de perejil. Licuar hasta lograr una pasta homogénea.
Aplicar la mascarilla: Antes de aplicar la mascarilla, asegúrate de que tu rostro esté limpio y seco. Con los dedos o un cepillo suave, aplica la mascarilla uniformemente sobre tu rostro, evitando el área de los ojos.
Déjala actuar: deja que la mascarilla actúe sobre tu piel durante unos 15 a 20 minutos. Durante este tiempo, los ingredientes trabajarán juntos para rejuvenecer y refrescar tu piel.
Enjuague: una vez transcurrido el tiempo, enjuague la mascarilla con agua tibia. Seque el rostro con palmaditas con una toalla limpia.
Hidratar: Continúe con su crema humectante habitual para mantener su piel hidratada.
Conclusión
Esta sencilla pero eficaz mascarilla casera puede ser una fantástica incorporación a tu rutina de cuidado de la piel, ya que proporciona una forma natural de mejorar la salud y el aspecto de tu piel. Su uso habitual puede ayudar a que tu piel luzca más luminosa y joven, aprovechando los poderes naturales de la maicena, el tomate y el perejil. ¡Pruébala y verás cómo tu piel te lo agradece con un brillo vibrante y renovado!
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