1. Porta joyas
Este es un consejo fantástico para viajar porque siempre mantendrás tus joyas juntas (en lugar de tenerlas rodando por tu bolso) y siempre será fácil encontrarlas en esa botella naranja.
¿Por qué salir a comprar envases diminutos de champú, acondicionador y gel de baño cuando puedes rellenar un viejo frasco de pastillas? No cuesta nada y es seguro y fácil de usar.
3. Haz un kit de costura portátil
Si eres de esas personas a las que siempre se les engancha algo o se les pierde un botón, esto es para ti. Llena un frasco de pastillas con un poco de hilo, quizás un botón extra y siempre unas cuantas agujas. Si surge la (desafortunada) ocasión, ¡estarás preparada!
4. Ocultar una llave
¿Necesitas un buen escondite? En lugar de buscarlo por todos lados, pega una piedra en la parte superior de un viejo frasco de pastillas y colócalo en el jardín o en una maceta. Seguro que los ladrones no lo notarán.
5. Kit de supervivencia
No, no estamos hablando de los que se usan para acampar. Este pequeño kit de supervivencia es perfecto para llevarlo en el bolso, en la bolsa del gimnasio o incluso en el escritorio de la oficina. En su lugar, deberías llenarlo con tiritas, antiácidos, ibuprofeno, aguja e hilo de coser, un botón extra y todo lo que puedas meter ahí. Si pasa algo, seguro que lo tienes cerca.
6. Quitaesmalte
Hoy en día, puedes comprar esas cápsulas de quitaesmalte, prácticas pero caras. Introduces el dedo en el quitaesmalte, lo mueves un poco y, antes de que te des cuenta, todo el esmalte se habrá ido. Puedes hacer una con un viejo frasco de pastillas, llenándolo con bolitas de algodón y quitaesmalte, ¡y listo!
7. Tira del centro de tu hilo
No es necesario comprar un costoso tirador central para envolver tu propio hilo. En lugar de eso, puedes colocar el comienzo del hilo en el frasco de pastillas, poner la tapa y luego comenzar a envolver. ¡Crea el espacio natural que necesitas y es totalmente gratis!
8. Porta maquillaje
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