1. Preparar los chiles:
Desvena y despepita los chiles guajillo, pasilla y ancho.
En una sartén, tuesta los chiles a fuego medio durante unos segundos por cada lado, hasta que se inflen un poco, cuidando de no quemarlos.
Coloca los chiles tostados en un recipiente con agua caliente y deja que se hidraten durante unos 10-15 minutos.
2. Hacer la salsa:
En una licuadora, agrega los chiles hidratados, los ajos, la cebolla (puedes cortarla en trozos grandes), las especias (orégano, comino, tomillo, canela, pimientas, y clavos) y el vinagre de manzana.
Licúa todo hasta obtener una mezcla suave. Si es necesario, agrega un poco del agua en la que remojaste los chiles para facilitar el licuado.
3. Marinar la carne:
Corta la carne de res en trozos medianos.
Coloca la carne en un recipiente grande y vierte la salsa de chile sobre ella, asegurándote de que todos los trozos estén bien cubiertos.
Tapa el recipiente y deja marinar en el refrigerador durante al menos 4 horas, aunque es mejor si puedes dejarla toda la noche.
4. Cocinar la birria:
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En una olla grande, preferiblemente de barro o una cazuela, coloca la carne marinada junto con toda la salsa.
Añade el caldo de res y las hojas de laurel.
Cubre la olla con papel aluminio y tapa (si la olla tiene tapa). Esto ayudará a que la birria se cocine al vapor y se mantenga jugosa.
Hornea la birria durante unas 3-4 horas, o hasta que la carne esté muy suave y se deshaga fácilmente con un tenedor.
5. Servir:
Una vez cocida, desmenuza la carne con un tenedor.
Sirve la birria en platos hondos, acompañada del caldo.
Puedes acompañarla con tortillas de maíz, cebolla picada, cilantro, limón y salsa al gusto.
Espero que te encante
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