Instrucciones:
- Comience vertiendo la leche en una olla limpia y caliéntela suavemente a fuego medio-bajo. Debe calentar la leche hasta que alcance una temperatura de alrededor de 180 °F (82 °C), pero tenga cuidado de que no hierva.
- Una vez que la leche haya alcanzado la temperatura deseada, retírela del fuego y agregue el kéfir. La cantidad de kéfir que use dependerá de qué tan ácido desea que sea el queso: comience con una pequeña cantidad y ajústela a gusto.
- Cubre la olla con un paño limpio y déjala reposar a temperatura ambiente durante 12 a 24 horas. Durante este tiempo, la leche se espesará y se cuajará, adquiriendo una consistencia suave similar a la del queso.
- Después del período de fermentación designado, cubra un colador con una gasa y colóquelo sobre un recipiente para recoger el suero. Vierta con cuidado la mezcla de leche cuajada en el colador forrado con la gasa, dejando que el suero se escurra.
- Una vez que se haya escurrido el suero, junta los bordes de la estopilla y exprime suavemente el exceso de líquido. Luego, puedes transferir el queso a un recipiente y refrigerarlo hasta que esté listo para usarlo.
Y ya está: ¡queso casero elaborado con solo dos ingredientes! Disfruta de la cremosidad y el sabor ácido de tu creación casera y saborea la satisfacción de saber que lo has preparado tú mismo. ¡Dile adiós al queso comprado en la tienda y dale la bienvenida al simple placer de la bondad casera!
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