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¡Harina, azúcar y manteca es todo lo que necesitas! Esta receta la puede hacer un niño, guárdala

Reúne la masa con las manos secas y dale forma, enrollándola hasta que se convierta en un bollo uniforme.
Cubre el molde con papel de aluminio para facilitar la limpieza posterior.
Envuelve la masa para galletas en film transparente y métela en la heladera durante al menos 20 a 30 minutos antes de utilizarla.
Luego, con los dedos, corta pequeños trozos de masa y coloca discos aplanados de aproximadamente 1 cm de altura en una bandeja para hornear, asegurándote de dejar algo de espacio entre ellos.
Lleva las galletas al horno precalentado a 220°C y hornea durante 8-10 minutos, o hasta que estén completamente cocidas y presenten un hermoso tono dorado en la superficie.
Tras retirarlas del horno, traslada las galletas a una rejilla para que se enfríen.
¡Ahora puedes saborear estas delicias recién horneadas!

Consejos
Añade el toque final: Realza las galletas derramando chocolate derretido o decorándolas con pasta de azúcar una vez que estén enfriadas.
Almacena con cuidado: Conserva las galletas enfriadas en un recipiente hermético para prolongar su frescura, permitiéndote disfrutarlas hasta una semana después de haberlas horneado.
Sirve con estilo: Degusta estas delicias ya sea ligeramente tibias o a temperatura ambiente, acompañadas de una generosa porción de tu helado preferido y un toque de fruta fresca. Así tendrás un postre instantáneo perfecto para cualquier cena. ¡Que lo disfrutes!

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