Saca toda la mezcla de la olla de cocción lenta, amásala y colócala en un recipiente para que se enfríe.
Una vez que la plastilina se enfríe y adquiera color, ¡estará lista para usarse! Guárdela en un recipiente hermético o en una bolsa con cierre hermético cuando no la utilice para mantenerla fresca y maleable.
Recuerda que esta plastilina es para jugar, no para comer. ¡Disfruta de tu plastilina roja casera!
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