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La emoción de mi familia: una versión diferente de la avena y el calabacín: ¡mejor que la pizza!

Ralla el calabacín y colócalo en un colador.

Espolvorea un poco de sal sobre el calabacín rallado y déjalo reposar durante unos 10 minutos. Esto ayudará a que el calabacín escurra el exceso de jugo.

Después de 10 minutos, exprime bien el calabacín rallado para eliminar la mayor cantidad posible de jugo restante.

Paso 2: Mezclar los ingredientes

En un tazón, combine el calabacín escurrido, la avena, el queso rallado, los huevos, la pimienta y el cebollino picado.

Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados. Notarás que la mezcla se va uniendo para formar una deliciosa mezcla con queso.

Paso 3: Hornear a la perfección

Precaliente el horno a 180°C (360°F).

Vierta la mezcla de calabacín en una fuente para horno, distribuyéndola uniformemente.

Coloque el plato en el horno precalentado y hornee durante 20 minutos hasta que la parte superior esté dorada y el interior esté cocido a la perfección.

Después de 20 minutos, saca el recipiente del horno, destapa y vuelve a colocarlo en el horno durante otros 10 minutos para asegurarte de que la parte superior esté bien dorada y crujiente.

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