Si tus joyas han perdido su brillo y estás buscando una forma rápida y fácil de devolverles la vida, este sencillo método de bricolaje con agua, pasta de dientes y bicarbonato de sodio es todo lo que necesitas. Esta técnica puede restaurar el brillo de sus joyas en solo un minuto, ahorrándole un viaje al joyero y el costo de la limpieza profesional.
¿Por qué funciona este método?
Pasta de dientes: Contiene abrasivos suaves que pueden pulir suavemente metales y piedras preciosas, eliminando el deslustre, la suciedad y la mugre sin rayar la superficie.
Bicarbonato de sodio: Actúa como un abrasivo suave adicional y ayuda a eliminar las manchas y la suciedad de las joyas, mejorando el proceso de limpieza.
Agua: Ayuda a crear una pasta que es fácil de aplicar y enjuagar, dejando tus joyas limpias y brillantes.
Lo que necesitarás
Un cuenco pequeño
Agua
Pasta de dientes sin gel (preferiblemente pasta de dientes blanca sin agentes blanqueadores ni aditivos especiales)
Bicarbonato
Un cepillo de dientes suave o un paño
Un paño o toalla limpia y seca
Instrucciones
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