3.Coloque los granos en un recipiente:
Transfiera los posos de café secos a un recipiente de metal viejo o forme un tazón con papel de aluminio para colocarlos. El recipiente debe ser ignífugo y seguro para quemar.
4.Quemar los posos de café:
Enciende los posos de café con una cerilla o un encendedor. No se encenderán, sino que arderán lentamente, liberando un humo desagradable para las moscas y los mosquitos.
5. Monitorea la quemadura:
Vigila las áreas que aún están ardiendo para asegurarte de que estén seguras y bajo control. El aroma a humo comenzará a extenderse y actuará como un repelente natural.
Por qué funciona:
Los posos de café contienen compuestos como cafeína y diterpenos que son eficaces para repeler insectos, incluidos mosquitos y moscas. Al quemarse, estos compuestos se liberan al aire, creando un ambiente inhóspito para estas plagas.
Consejos adicionales:
Potencia el efecto: Puedes potenciar el efecto repelente mezclando los posos de café con hojas de laurel, que también tienen propiedades repelentes de insectos.
Uso en interiores: si se utiliza en interiores, asegúrese de que haya una ventilación adecuada para evitar la acumulación de humo.
Uso regular: Para obtener mejores resultados, repita este proceso según sea necesario, especialmente durante las horas pico de mosquitos o cuando note que las moscas están más activas.
Conclusión:
Quemar posos de café es una fantástica alternativa natural a los repelentes químicos. No solo ayuda a mantener alejados a los insectos no deseados, sino que también recicla los posos de café usados y llena el aire con un aroma rico y aromático. Pruébelo y disfrute de un ambiente más agradable y libre de plagas en su hogar.
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