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¡Mejor que las papas fritas! Crujientes, deliciosas y muy fáciles

1. Precalentar el horno:
Precaliente el horno a 200°C (390°F).
Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino para facilitar la limpieza.

2. Preparar las patatas:
Lave bien las papas y séquelas. Si las deja con piel, obtendrá más textura y nutrientes.
Corte las patatas en gajos, asegurándose de que todas tengan aproximadamente el mismo tamaño para que se cocinen de manera uniforme.

3. Preparar el recubrimiento del huevo:
En un tazón grande, rompa los huevos y bátalos hasta que estén bien combinados.
Añade la sal, la pimienta, el pimentón y el ajo en polvo a los huevos y mezcla bien.

4. Rebozar las patatas:
Añade las rodajas de patata al bol con la mezcla de huevo. Revuelve hasta que queden uniformemente cubiertas con la mezcla de huevo y condimentos.

5. Hornear:
Coloca las rodajas de papa rebozadas en una sola capa sobre la bandeja para hornear preparada. Asegúrate de que no se toquen entre sí para que queden bien crujientes.
Hornear en el horno precalentado durante 25-30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se horneen de manera uniforme. Estarán listos cuando estén dorados y crujientes.

6. Servir:
Saca las rodajas de papa del horno y déjalas enfriar unos minutos antes de servir. Disfrútalas solas o con tu salsa favorita.

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