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No querrás perderte esta receta. ¡A mi amiga a la que ni siquiera le gustan los camarones, le encanta este plato!

Preparación

Precalentar y preparar: comience calentando el horno a 375 grados Fahrenheit. Mientras el horno se calienta, mezcle los camarones con aceite de oliva, condimento cajún, pimentón, ajo en polvo, cebolla en polvo, tomillo, orégano, pimienta de cayena y hojuelas de pimiento rojo en un tazón.

Armar el paquete: Coloque un trozo grande de papel de aluminio sobre una superficie plana y coloque los camarones sazonados en el centro. Rocíe con jugo de limón y luego sazone con sal y pimienta a su gusto. Sella los bordes del papel de aluminio, creando un paquete que contenga todos los sabores.

Hornear: Coloque el paquete de papel de aluminio en una bandeja para hornear y hornee en el horno durante 15 a 20 minutos, o hasta que los camarones estén rosados ​​y bien cocidos.

Servir con cuidado: Deje reposar el paquete un momento después de sacarlo del horno. Luego, ábrelo con cuidado para que suelte el vapor aromático, decora con perejil y sirve con rodajas de limón a un lado.

Sugerencias de servicio:

Complemente este plato picante con una guarnición de ensalada de col cremosa o una refrescante ensalada de pepino para equilibrar el picante. Una guarnición de mazorcas de maíz con mantequilla o una tostada de ajo crujiente son acompañamientos deliciosos, perfectos para absorber los suculentos jugos.

Variaciones y consejos:

Agregue más verduras: siéntase libre de incluir trozos de mazorcas de maíz o papas cortadas en cubitos en el paquete de aluminio para una comida más abundante.

Ajuste el calor: adapte la cantidad de hojuelas de cayena y pimiento rojo a su tolerancia a las especias.

Endulce el trato: introduzca pimientos morrones en rodajas para darle un toque de dulzura y un toque de color.

Cocinar a la perfección: Vigile los camarones para evitar que se cocinen demasiado; El objetivo es camarones tiernos.

Esta receta de camarones cajún al horno no se trata solo de saborear los sabores; se trata de abrazar el espíritu de la hospitalidad sureña y la calidez de las experiencias compartidas. Entonces, póngase su delantal favorito, reúna a sus seres queridos y prepárese para disfrutar de un plato tan reconfortante como delicioso. ¡Feliz cocina!

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