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Papas fritas caseras: extra crujientes y fáciles de hacer sin freír

1.Prepara las patatas:

Comience lavando bien las patatas. Pélelas si lo prefiere, aunque dejarles la piel les aporta más nutrientes y textura.

Ralla las patatas con el lado grueso de un rallador. Si tienes un robot de cocina con cuchilla para rallar, también funciona y te ahorra tiempo.

Una vez ralladas, envuélvelas en un paño de cocina limpio y exprime la mayor cantidad de humedad posible. Este paso es clave para obtener unas papas doradas crujientes, ya que elimina el exceso de agua.

2. Sazonar y mezclar:

Pasa las patatas secas ralladas a un bol. Añade la cebolla finamente picada, sal, pimienta y cualquier otra especia o hierba que te guste. Rocía con aceite de oliva o mantequilla derretida y mezcla bien para asegurarte de que todo esté cubierto de manera uniforme.

3. Dale forma a las papas fritas:

Precaliente el horno a 400 grados Fahrenheit (200 grados Celsius).

Cubre una bandeja para hornear con papel parafinado y reparte la mezcla de papas sobre ella. Aplana las hamburguesas hasta formar hamburguesas finas: así maximizas la superficie y aumentas el factor crujiente.

4. Hornee hasta la perfección:

Coloque la bandeja para hornear en el horno y hornee durante 20-25 minutos o hasta que las bases estén doradas y crujientes.

Dale la vuelta con cuidado a cada papa hash brown y continúa horneándola durante otros 10 a 15 minutos hasta que ambos lados estén crujientes y dorados.

5. Servicio:

Sirve tus croquetas de patata recién salidas del horno. Son perfectas para acompañar un desayuno abundante o como guarnición sabrosa de tus platos principales favoritos.

Consejos para preparar las mejores papas fritas al horno:

Asegúrese de que las patatas estén lo más secas posible antes de mezclarlas con el aceite y los condimentos. La humedad residual hará que las patatas se cuezan al vapor en lugar de tostarlas.

No llenes demasiado la bandeja para hornear. Espaciar los ingredientes permite una mejor circulación del calor, lo cual es esencial para lograr la textura crujiente deseada.

Para obtener una superficie aún más dorada, puedes asar las papas fritas durante unos minutos al final de la cocción, solo vigilándolas de cerca para evitar que se quemen.

Con este método de cocción al horno, disfrutarás de una versión deliciosamente crocante y menos grasosa de las clásicas papas fritas, perfectas para un desayuno o brunch reconfortante y sin culpa. ¡Disfruta de tus papas fritas más saludables con una cucharada de crema agria o tu salsa favorita para darle un toque extra de sabor!

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