3. Pasados los 30 minutos, escurre las papas y sécalas bien con papel de cocina o un paño limpio. Asegúrate de que estén completamente secas antes de continuar.
4. En un bol grande, espolvorea las 2 cucharadas de maicena sobre las papas. Mezcla suavemente hasta que todas las tiras de papa estén ligeramente cubiertas con una fina capa de maicena. La maicena absorberá la humedad adicional y ayudará a que las papas queden más crujientes.
5. Calienta el aceite en una sartén profunda o freidora a unos 160°C (320°F).
6. Fríe las papas en pequeñas tandas durante unos 3-4 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas pero no completamente crujientes. Esta primera fritura es para cocinar el interior de las papas.
7. Retira las papas del aceite y colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
8. Aumenta la temperatura del aceite a unos 190°C (375°F).
9. Vuelve a freír las papas en pequeñas tandas, esta vez durante 2-3 minutos o hasta que estén bien doradas y crujientes.
10. Retira las papas y colócalas de nuevo en papel absorbente.
11. Inmediatamente después de retirar las papas de la segunda fritura, espolvorea sal al gusto mientras aún están calientes.
12. Sirve las papas fritas crujientes de inmediato para disfrutarlas en su mejor punto
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