ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

Pasta de tomate casera: una sabrosa receta casera

1. Prepara los tomates:

Empiece por lavar bien los tomates y quitarles los tallos o las imperfecciones.

Corta los tomates en cuartos o mitades, según su tamaño, y retira las semillas y el exceso de líquido.

2. Cocine los tomates:

Calienta una olla grande a fuego medio y agrega un chorrito de aceite de oliva.

Agrega los tomates preparados a la olla, junto con una pizca de sal, y revuelve para cubrirlos con el aceite.

Cocine los tomates, revolviendo ocasionalmente, hasta que comiencen a descomponerse y soltar su jugo. Esto tardará entre 20 y 30 minutos.

3. Licue la mezcla:

Una vez que los tomates estén suaves y cocidos, retira la olla del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco.

Use una licuadora de inmersión o transfiera la mezcla a una licuadora o procesador de alimentos y mezcle hasta que quede suave.

4. Cuela la mezcla:

Coloque un colador de malla fina sobre un tazón grande y vierta la mezcla de tomate licuada en el colador.

Use una espátula o el dorso de una cuchara para presionar la mezcla a través del colador, dejando atrás las semillas o la pulpa.

5. Reducir y espesar:

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT

Leave a Comment