Verificar el termostato: La razón más común por la que sale agua de la heladera es una temperatura incorrecta. Revisa que el termostato esté ajustado entre 4° y 5°C. Si el termostato no está funcionando correctamente, la heladera puede producir demasiada humedad que luego se condensa y se convierte en agua.
Revisar la caja de agua: Muchas veces, la bandeja de recuperación de agua en la parte trasera de la heladera puede estar rota o mal posicionada. Apaga la heladera, retira la bandeja y revisa si está llena de agua, rota o mal colocada. Si está dañada, tendrás que reemplazarla por una nueva.
Limpiar el desagüe: El desagüe que lleva el agua de condensación puede estar obstruido con polvo o detritos. Usa una aspiradora o un cepillo para limpiar la parte trasera de la heladera, especialmente cerca del desagüe. Asegúrate de que no haya nada bloqueando el flujo de agua.
Revisar la válvula: La válvula que se encuentra cerca de la bandeja de agua puede estar bloqueada o sucia. Esta pieza es difícil de alcanzar y generalmente está debajo de un trozo de goma. Si la válvula está bloqueada, límpiala cuidadosamente. Si está dañada, será necesario llamar a un técnico para que la reemplace.
Limpiar el orificio inferior: Si el agua se está acumulando en el fondo de la heladera, el orificio de drenaje podría estar bloqueado. Limpia el orificio con cuidado para permitir que el agua fluya correctamente hacia el recipiente de recogida.
Consejos:
Llamar a un técnico: Si después de seguir estos pasos el problema persiste, es recomendable llamar a un técnico especializado. Algunos problemas, como la válvula dañada, requieren la intervención de un profesional para ser solucionados de manera segura y efectiva.
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