1. Dentro de los primeros 10 minutos…
En este punto, el aspartamo presente en los refrescos dietéticos ha logrado engañar al cerebro para que piense que se ha consumido azúcar. Un estudio de la Universidad de Purdue sugiere que el consumo repetido de edulcorantes artificiales podría confundir la capacidad del cuerpo para procesar el azúcar o administrar adecuadamente la ingesta calórica.
Los ácidos cítrico y fosfórico que se encuentran comúnmente en los refrescos también pueden provocar erosión del esmalte dental, como lo demuestra este estudio de la División de Odontología Restaurativa de la Facultad de Odontología de la Universidad de Bristol .
2. Después de 20 minutos…
Según Naik, en este punto el cuerpo entra en “modo de almacenamiento de grasa”, produciendo insulina para regular los niveles de azúcar en sangre. Como resultado del consumo regular de refrescos dietéticos, el cuerpo corre un alto riesgo de desarrollar una serie de problemas de salud, entre ellos, enfermedad renal crónica , obesidad, síndrome metabólico incidental y diabetes tipo 2 .
3. Después de 40 minutos…
En esta fase, Naik advierte sobre las propiedades adictivas que poseen los refrescos dietéticos, comparando el efecto temporal que producen el aspartamo y la cafeína con el de la cocaína. Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Departamento de Psiquiatría de St. Louis, señala que las neurotoxinas excitatorias (excitotoxinas) estimulan repetidamente los neurorreceptores del cerebro, lo que acaba por embotar su sensibilidad y puede provocar daños graves.
4. Después de 60 minutos y más…
Los efectos duraderos del consumo regular de refrescos dietéticos dependen en gran medida de los hábitos alimentarios. Naik postula que beber grandes cantidades de refrescos dietéticos implica un menor consumo de bebidas más valiosas desde el punto de vista nutricional e hidratantes. Además, la idea errónea de que este tipo de bebidas son saludables puede llevar al consumo de un refrigerio poco saludable (como patatas fritas o tarta) bajo esa justificación errónea.
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