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¡Rápido y fácil! ¡Justo como a mí me gusta!

Direcciones

1. Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit y engrase ligeramente una fuente para hornear de 9×13 pulgadas.
2. Coloca las pechugas de pollo en la fuente para horno, de manera que queden planas y uniformes. Si Dios las hizo grandes, es posible que quieras golpearlas un poco para que se cocinen de manera uniforme.
3. Coloque sobre cada pechuga una rodaja de ese delicioso queso suizo, dejando que su cremosidad prometa el calor que vendrá.
4. En un tazón mediano, mezcle la crema de pollo y la leche, luego esparza esta mezcla uniformemente sobre el pollo cubierto con queso, como un manto de nieve sobre un campo invernal.
5. Espolvorea la mezcla de relleno condimentada con hierbas sobre la capa de sopa, cubriendo el paisaje como las hojas doradas del otoño.
6. Rocíe la mantequilla derretida uniformemente sobre la mezcla de relleno; es el sol dorado el que le dará vida a este plato.
7. Hornee sin tapar durante 45 a 50 minutos, o hasta que el pollo esté bien cocido y la cobertura esté hermosamente crocante a un color marrón dorado, como los campos en la época de la cosecha.
8. Déjalo reposar un rato antes de servir y luego decora con una pizca de perejil picado si te apetece un poco de color.

Variaciones y consejos
Ahora, mis queridos, no tengan miedo de hacer de esta receta algo propio. Si quieren, pueden sustituir el queso suizo por otro de sus favoritos, pero recuerden que lo que buscamos aquí es que se derrita. Añadan un toque personal con verduras o champiñones picados en capas con el pollo para que la preparación sea más sustanciosa. Y si tienen poco tiempo, usar pollo precocido puede acelerar el proceso de cocción del horno a la mesa. Solo asegúrense de calentar su alma con cada bocado, ya que cada plato cuenta la historia de quién lo preparó, con el amor como ingrediente principal.

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