Preparar la Base del Cheesecake:
En un procesador de alimentos, mezcla los dátiles, las almendras (o nueces) y el aceite de coco hasta que se forme una masa pegajosa y gruesa.
Presiona esta mezcla en la base de un molde desmontable (preferiblemente de 18-20 cm de diámetro) cubierto con papel pergamino. Asegúrate de que la base quede compacta y pareja. Refrigera mientras preparas el relleno.
Preparar el Relleno Vegano:
Escurre los anacardos remojados y colócalos en el procesador de alimentos.
Añade la leche de coco, el jarabe de arce, el jugo de limón y el extracto de vainilla. Procesa hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Si es necesario, raspa los lados del procesador y sigue mezclando hasta que no queden grumos.
Montar el Cheesecake:
Vierte la mezcla de anacardos sobre la base de dátiles y almendras en el molde. Alisa la parte superior con una espátula para que quede uniforme.
Refrigerar:
Coloca el cheesecake en el congelador durante al menos 4 horas o hasta que esté firme. Esto permitirá que el cheesecake mantenga su forma.
Añadir los Higos y Pistachos:
Una vez que el cheesecake esté firme, retíralo del congelador y desmóldalo. Decora la parte superior con rodajas de higos frescos y espolvorea los pistachos triturados por encima.
Servir:
Deja que el cheesecake se descongele ligeramente durante unos 10-15 minutos antes de cortarlo. Sirve y disfruta de este delicioso postre vegano.
🍴 Consejos
Puedes sustituir los higos por otra fruta de temporada como frambuesas o moras si lo prefieres.
Si no tienes anacardos, puedes usar nueces de macadamia como una alternativa para el relleno cremoso.
Este cheesecake se conserva bien en el congelador, por lo que puedes prepararlo con anticipación y disfrutarlo en varias ocasiones.
Tiempo de Preparación
30 minutos (más tiempo de congelación)
Porciones / Calorías
8 porciones / 280 calorías por porción
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