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Simplemente mezcle clavo con café: ¡una maravilla sin mercado!

Prepara tu café: Comienza moliendo los granos de café si vas a usar granos enteros. Apunta a una molienda media, similar a la que usarías para una cafetera de goteo.

Mezcle los clavos: Por cada taza de café molido, agregue aproximadamente 3-4 clavos enteros al molinillo de café. Múralos juntos brevemente. Esto asegura que los clavos se rompan pero no se pulverizen, mezclándose perfectamente con los posos de café.

Prepara tu café: Use su método habitual para preparar el café, ya sea una cafetera de goteo, una prensa francesa o una máquina de espresso. Los clavos se remojarán junto con el café, infundiendo a la infusión su sabor distintivo.

Servir: Vierte el café recién hecho en una taza. Los aceites naturales del clavo se mezclan maravillosamente con el cuerpo del café, creando una experiencia relajante y aromática.

Mejoras opcionales: Para aquellos a quienes les gusta una bebida más dulce, considere agregar un toque de extracto de vainilla o una rama de canela a la infusión para darle una capa adicional de sabor.

Beneficios:
Esta mezcla de clavo y café no solo tienta a sus papilas gustativas, sino que también ofrece varios beneficios para la salud. Los clavos están repletos de antioxidantes y tienen propiedades antiinflamatorias. Cuando se combina con los efectos estimulantes de la cafeína, esta infusión puede ayudar a comenzar la mañana mientras estimula su sistema inmunológico.

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