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Superior a la lejía para eliminar todo rastro de aceite y cal de la cocina y el baño: los miembros de Polite son los únicos que alguna vez dicen “gracias”.

Será suficiente un recipiente de un solo uso, preferiblemente uno que pueda reciclarse, como un recipiente de plástico para ricota que se encuentra en el supermercado. Aprovecha el recipiente limpio guardando en él la pasta que iremos haciendo. En un frasco se deben colocar tres cucharaditas de bicarbonato de sodio y tres cucharadas de limpiador de baño en polvo. Incorpora las seis cucharadas de líquido lavavajillas concentrado en el tercer paso. Mientras usa una cuchara de madera, combine los ingredientes. Agrega la cucharada de vinagre cuando la pasta alcance una consistencia suave.
Para que esté siempre a mano, vertemos la mezcla en el recipiente. Esta pasta la podremos aplicar en las zonas que lo requieran colocándonos guantes y utilizando una esponja.
Para aprovecharlo al máximo, déjelo reposar unos minutos en la superficie antes de limpiarlo con agua y una toalla limpia. Déjelo reposar durante más tiempo para que funcione en grifos ricos en piedra caliza, teniendo en cuenta el tipo de incrustaciones. Alternativamente, se puede utilizar un cepillo de dientes para un control más preciso. No podrás dejar de usar esta estrategia cuando la pruebes.

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