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¿Te ha pasado mientras duermes quieres moverte, gritar y no puedes?

2. Estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad son conocidos por afectar la calidad del sueño. La parálisis del sueño puede ocurrir con mayor frecuencia durante períodos de alto estrés. Las hormonas del estrés pueden interferir con los patrones normales de sueño, provocando que la persona despierte en momentos inadecuados del ciclo del sueño.

3. Privación de sueño
No dormir lo suficiente es otro factor que puede contribuir a la parálisis del sueño. La privación de sueño puede hacer que las fases del sueño se vuelvan menos estables, lo que puede resultar en un desajuste entre la mente y el cuerpo al despertar.

4. Postura al dormir
Dormir boca arriba se ha asociado con un mayor riesgo de experimentar parálisis del sueño. Esta postura puede influir en la respiración y el flujo de aire, lo que a su vez puede afectar los patrones de sueño y aumentar las posibilidades de parálisis del sueño.

5. Factores genéticos
La parálisis del sueño también puede tener un componente genético. Si alguien en tu familia ha experimentado parálisis del sueño, es posible que tú también seas más propenso a experimentarla.

6. Trastornos del sueño
Algunos trastornos del sueño, como la narcolepsia, se asocian con una mayor incidencia de parálisis del sueño. La narcolepsia es un trastorno que afecta la capacidad del cerebro para regular los ciclos de sueño y vigilia, lo que puede causar episodios frecuentes de parálisis del sueño.

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