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Una deliciosa y saludable receta de pan casero para el desayuno

Prepara la mezcla de levadura: en un recipiente pequeño, disuelve la levadura en agua tibia con una cucharadita de miel o jarabe de arce. Déjala reposar durante unos 5 a 10 minutos o hasta que se forme una espuma. Este paso es crucial, ya que activa la levadura.

Mezclar los ingredientes secos: en un bol grande, combinar la harina integral, la avena arrollada y la sal. Mezclar bien.

Combine los ingredientes: agregue la mezcla de levadura, el resto de la miel o el jarabe y el aceite de oliva a los ingredientes secos. Revuelva hasta que comience a formarse una masa. Debe quedar ligeramente pegajosa, pero manejable.

Amasar la masa: Colocar la masa sobre una superficie enharinada y amasar durante unos 10 minutos. Si la masa está demasiado pegajosa, agregar un poco más de harina a medida que avanza. El amasado ayuda a desarrollar el gluten, lo que le dará al pan una textura agradable.

Primer Leudado: Colocar la masa en un recipiente engrasado, cubrirla con un paño húmedo y dejarla leudar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora o hasta que duplique su tamaño.

Forma y segundo leudado: Golpear la masa y darle forma de pan. Colocarla en un molde para pan engrasado y dejar leudar otros 30 minutos.

Hornear: Precalentar el horno a 190 °C (375 °F). Opcionalmente, espolvorear la parte superior del pan con semillas o nueces. Hornear durante unos 30 minutos o hasta que la parte superior esté dorada y el pan suene hueco al golpearlo.

Enfriar y servir: deja que el pan se enfríe antes de cortarlo. Disfruta de una rebanada tibia con tu aderezo o cobertura favorita.

Este pan no solo es una manera deliciosa de comenzar el día, sino que también es saludable y aporta energía y nutrición de forma sostenida. ¡Disfruta del proceso de elaboración y de los deliciosos resultados!

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