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Vi este truco para limpiar el horno y no volveré a hacer nada más.

Paso 2: Precalentar el horno
Comience por precalentar el horno a unos 200 °C (400 °F). La idea es crear un ambiente cálido para convertir el agua en vapor de manera eficiente.
Paso 3: Prepare el recipiente con agua
Llene su plato o bandeja para hornear resistente al calor con aproximadamente una o dos pulgadas de agua. Si se trata de un horno particularmente grasoso, considere agregar una taza de vinagre al agua. El vinagre es un desengrasante natural y mejorará el poder de limpieza del vapor.
Paso 4: Coloque el plato en el horno
Una vez que el horno se haya precalentado, coloque el recipiente con agua en una de las rejillas del medio. Asegúrese de que esté bien colocado para que no se derrame. Cierre la puerta del horno y deje que el agua se evapore durante 20 a 30 minutos.
Paso 5: Deja que el vapor haga su magia
Durante este tiempo, el vapor circulará por todo el horno, ablandando los restos de comida, grasa y suciedad que se hayan quedado pegados. El calor y la humedad trabajan juntos para aflojar hasta los restos más difíciles, lo que facilita su limpieza.
Paso 6: Apaga el horno y deja enfriar un poco
Después de 20 a 30 minutos, apaga el horno y abre la puerta con cuidado. Deja que el horno se enfríe lo suficiente para que sea seguro manipularlo. No querrás quemarte, pero tampoco querrás que el horno se enfríe demasiado antes de comenzar a limpiarlo.
Paso 7: Limpia el interior
Con un paño suave o una esponja, comience a limpiar el interior del horno. Notará que la suciedad se desprende fácilmente sin necesidad de frotar con fuerza. Si quedan manchas difíciles, puede utilizar una espátula o un raspador para quitarlas con cuidado. Para las áreas realmente difíciles, sumerja el paño en el agua tibia con vinagre restante para obtener un poder de limpieza adicional.
Paso 8: Admira tu horno limpio
Una vez que hayas limpiado el interior, tu horno debería lucir como nuevo. ¿Y lo mejor? Acabas de limpiar tu horno sin exponerte a productos químicos tóxicos y probablemente te haya llevado la mitad del tiempo que con los métodos tradicionales.
Por qué la limpieza con vapor es un cambio radical
Hay muchas razones por las que la limpieza con vapor se ha convertido en mi método preferido para limpiar el horno:
1. Sin productos químicos agresivos
Muchos limpiadores de hornos tradicionales utilizan productos químicos potentes para eliminar la grasa y la suciedad. Estos limpiadores pueden ser eficaces, pero suelen dejar olores fuertes e incluso pueden suponer riesgos para la salud si no se utilizan correctamente. La limpieza con vapor utiliza solo agua y vinagre (opcional), lo que la convierte en una opción ecológica y sin productos químicos. Es perfecta para hogares con niños, mascotas o personas sensibles a los limpiadores químicos.
2. Limpieza sin esfuerzo
Una de las partes más frustrantes de limpiar un horno es el restregado. La comida pegada puede ser casi imposible de quitar con limpiadores comunes, pero el vapor afloja la suciedad sin esfuerzo. Una vez que el vapor ha ablandado los residuos, solo se necesitan unas pocas pasadas para que el horno brille. ¡Se acabaron los brazos doloridos por horas de restregado!
3. Rápido y cómodo
La limpieza con vapor es sorprendentemente rápida. Una vez que el horno está precalentado y el agua comienza a humear, la suciedad solo tarda entre 20 y 30 minutos en ablandarse. Después, basta con pasar un paño rápidamente. En comparación con los limpiadores químicos, que suelen requerir varias rondas de aplicación y fregado, la limpieza con vapor es mucho más rápida.
4. Protege tu horno
Los productos químicos agresivos pueden dañar las superficies del horno con el tiempo. El vapor, por otro lado, es suave y no daña el esmalte ni los componentes metálicos del horno. Al usar vapor, puede prolongar la vida útil de su horno y mantenerlo en perfectas condiciones.
5. Seguro y no tóxico
Para las personas que se preocupan por los vapores tóxicos de los limpiadores de hornos, la limpieza a vapor ofrece una alternativa completamente segura. Puede limpiar su horno sin preocuparse por los productos químicos nocivos que quedan en el aire o que contaminan sus alimentos después de terminar de limpiarlo. ¡Lo único que le quedará será el aroma fresco de la limpieza!
Consejos profesionales para obtener los mejores resultados
Limpie periódicamente: para evitar una gran acumulación de suciedad, limpie con vapor su horno cada pocas semanas o después de cocinar comidas especialmente sucias.
Use vinagre para obtener mayor potencia: si su horno se ensucia con frecuencia, agregar vinagre a su proceso de limpieza a vapor puede aumentar significativamente su efectividad.
No olvides las rejillas: si bien el vapor hace maravillas en el interior del horno, las rejillas pueden necesitar un poco más de atención. Puedes quitarlas y limpiarlas por separado con agua jabonosa o colocarlas en el horno durante el proceso de vapor para restregarlas más fácilmente.
Tenga cuidado con los componentes eléctricos: evite que se acumule vapor o humedad alrededor de las piezas eléctricas del horno, como los elementos calefactores o los ventiladores. Si bien el vapor en sí no dañará el horno, el exceso de agua podría causar problemas con estos componentes.
Por qué nunca volveré atrás
Después de probar la limpieza con vapor, dejé de usar por completo los limpiadores químicos agresivos que usaba antes. Este método es eficaz, seguro y, lo mejor de todo, fácil. Con solo un recipiente con agua y un poco de calor, mi horno pasa de sucio a reluciente en menos de una hora y la limpieza es prácticamente sin esfuerzo. Además, me encanta saber que estoy usando un método ecológico que es seguro para mi hogar y mi familia.

Por lo tanto, si busca una nueva forma de limpiar su horno que no implique pasar horas restregándolo ni generar gases tóxicos, pruebe la limpieza con vapor. Créame, ¡no querrá volver a usar nada más!

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