Retire las toallas de papel y enjuague con agua limpia usando una esponja.
Finalmente, limpie con un paño limpio y seco.
Después de limpiar el horno, enciéndelo a la temperatura más alta.
Y déjalo un rato.
Puedes utilizar un pequeño fragmento de pastilla de lavavajillas para limpiar la rejilla y toda la suciedad se desprenderá muy fácilmente.
¡Finalizado!
El resultado es perfecto y el horno brilla limpiamente incluso sin mucho esfuerzo.
Este procedimiento también funciona en un horno muy sucio y con grasa quemada.
¡Buena suerte!
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