La humilde papa al horno es un plato clásico que ha adornado las mesas de todo el mundo durante siglos. Sus orígenes se remontan a los pueblos indígenas de la Cordillera de los Andes, que cultivaban patatas y las cocían en hornos primitivos. Cuando los españoles trajeron las patatas a Europa en el siglo XVI, se impuso el método de hornearlas enteras en un horno. La papa al horno perfecta es crujiente por fuera y esponjosa por dentro, lo que sirve como un recipiente delicioso y satisfactorio para una variedad de aderezos. Este plato versátil puede convertirse fácilmente en el centro de una comida o ofrecerse como acompañamiento reconfortante.
Las patatas al horno son excepcionalmente adaptables a la hora de servir. Se pueden aderezar con guarniciones clásicas como mantequilla, crema agria, queso rallado y cebollino, o pueden combinarse con combinaciones más elaboradas como chile, brócoli al vapor y tocino. A menudo aparecen junto con carnes a la parrilla o asadas, lo que las hace perfectas para menús de asadores o una abundante comida casera. Una ensalada verde fresca o verduras salteadas son un acompañamiento más ligero y equilibrado, lo que garantiza que las patatas asadas se conviertan en un alimento apreciado e infinitamente personalizable.
Ingredientes :
– 4 papas russet grandes, lavadas y secas
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– Sal marina
– Aderezos opcionales: mantequilla, crema agria, queso rallado, cebollino, tocino, chile, brócoli
– 2 cucharadas de aceite de oliva
– Sal marina
– Aderezos opcionales: mantequilla, crema agria, queso rallado, cebollino, tocino, chile, brócoli
Instrucciones :
Leer más en la página siguiente
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT