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Delicias simples: pan plano de espinacas y cebolla verde

Incluso en la era moderna de las cenas rápidas, hay algo mágico en el aroma del pan horneado. Embárcate con nosotros en un viaje culinario al mundo de la simplicidad sin adulterar mientras demostramos la milagrosa transformación de la harina, el agua y algunos ingredientes cuidadosamente seleccionados en una delicia deliciosa. Sin un horno, solo la estufa, le enseñaremos a hornear el mejor pan plano que haya probado. Únase a nosotros mientras nos sumergimos en el arte de la panificación y descubra la emoción de crear algo único desde cero.

Materiales necesarios:
El pan plano requiere un recipiente con agua tibia (300 mililitros, o aproximadamente 1 1/2 tazas) para activar la levadura y unir la masa, lo que la hace suave y fácil de manejar. El agua debe estar a la temperatura adecuada, ni demasiado caliente ni demasiado fría, para hornear un pan ligero y aireado. Debido a esto, la levadura puede hacer sus milagros.
Siete gramos (o una cucharadita) de sal: Para nuestro pan plano, la sal es un ingrediente imprescindible, ya que eleva el sabor, le da más textura a la masa, resalta la riqueza salada y contrarresta la dulzura natural de la masa. Cuando se espolvorea con moderación en la masa, la sal ayuda a limitar la actividad de la levadura y fortalece la estructura del gluten, lo que da como resultado una barra de pan completa y deliciosa.

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