El jugo de apio se ha ganado una gran reputación como remedio natural para muchos problemas de salud, así que decidí probarlo durante una semana. Lo bebía a diario y tenía curiosidad por ver qué beneficios me aportaría. Esto es lo que experimenté después de siete días de beber constantemente jugo de apio fresco todas las mañanas.
Día 1: Un comienzo refrescante
El primer vaso de jugo de apio fue sorprendentemente refrescante. Su sabor ligero y fresco me despertó y me dio un impulso de energía temprano. Si bien es un poco salado, no es abrumador y rápidamente se volvió fácil de beber. Comencé el día sintiéndome liviana y lista para seguir adelante.
Día 3: Digestión mejorada
Al tercer día, comencé a notar cambios en mi digestión. El jugo de apio es conocido por su alto contenido de agua y fibra, y definitivamente ayudó con la hinchazón y la regularidad. Mi estómago se sentía más tranquilo y no estaba tan aletargado después de las comidas. Parecía funcionar como una limpieza suave, apoyando mi sistema digestivo de forma natural.
Next page
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT