Imagina un postre que te transporta inmediatamente al trópico, donde el sol acaricia tu piel y los aromas frutales hacen cosquillas en tus sentidos. No es un simple capricho, sino un escape exprés en un bocado, que combina la dulzura del mango maduro y el sabor picante de las fresas frescas. Este postre, preparado en un abrir y cerrar de ojos, supera al helado tradicional por su intensidad de sabor y facilidad de preparación.
Ingredientes :
- 150 g de galletas con sabor neutro o vainilla, para aportar una textura crujiente que contraste con el dulzor de la fruta.
- 300 g de fresas, seleccionadas por su frescura y sabor, que recuerdan a las delicias de los jardines de verano.
- 2 mangos maduros, corazón de nuestro postre, elegidos por su cremosidad y su riqueza en vitaminas A y C.
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