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Ya ni se me ocurre fregar un horno SUCIO: una amiga me enseñó este truco y ahora está como nuevo, ¡sin esfuerzo!

Sumerge un bizcocho en la mezcla preparada.

Frótalo por toda la superficie del horno (no es necesario frotar, solo humedécelo).

Cogeremos unas cuantas hojas de papel absorbente.

Mojamos cada uno en la mezcla preparada y lo colocamos sobre la superficie del horno.

Coloca los paños húmedos sobre el cristal del horno.

Déjalo funcionar.

Y mientras tanto, podemos utilizar el resto de la mezcla para limpiar los fogones.

Pasada una media hora aproximadamente podemos volver al horno.

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